miércoles, 10 de noviembre de 2010

Tacho de basura

Hoy la vi a ella, mi amiga. Estaba sentada rompiendo nuevamente su récord de tabaquismo sin darse cuenta, ya se lo había comentado, tenía que fumar menos... pero hace un tiempo era la manera que usaba para descargar la tensión; en realidad siempre lo fue, pero evidentemente la causa aparente de su tensión había crecido de forma notable. 
Ella es de las minas a las que le dicen avasallante, con actitud, con fuerza y carácter, no soy la única que se lo digo y es porque la ves venir y ves que no se le mueve un pelo ante diversas situaciones, nada la asombra ni la conmueve y a la vez tiene eso a lo que le llaman temple, paciencia o tolerancia en grandes cantidades que junto con la forma directa y cruda a veces en la que se dirige para confrontar situaciones o personas hace que pienses que nunca se va a romper.
 Pero hoy no, la mire un rato y es claro que la descripción habitual no es la que uno acostumbra a ver, quizás no se molesto en ponerse la careta porque soy su amiga... porque sí, es una careta todo aquello con la que supone que no las van a lastimar o de eso se quiere convencer. Me dijo que ya se le va a pasar, que siempre que llego con un poco de energía se levanta para que todo este mejor. Me estaba mintiendo, la conozco, es que se va a poner la careta otra vez. Por lo menos ahora me lo demuestra a mi y ya no le da esperar a que me valla para derramar un par de lagrimas, eso significa que le esta costando taparse y se supone que en un principio era el plan. Lo que pasa es que otra vez se siente un tacho de basura, otra vez esa careta hizo que alguien crea en la apariencia y le tiro toda  su basura, lo peor de sí... total,  se lo puede bancar. Y ella como siempre, lo soporto con la esperanza de que después de que ya no hubiese más basura que descargar iba a llegar la mejor parte. No entendió que los tachos de basura están para eso, sacas la mugre de tus bolsillos, la tiras y después de que te sentís más liviano seguís tu ruta. 
Siempre se lo explico, parece que me escucha y vuelve a hacer lo mismo, creo que es un acto inconsciente... puede ser, yo no estoy ahí. Ya tenía la mochila bastante cargada, se iba sacando peso a través de la satisfacción de ver que los que pasaban por el basural, realmente se iban más limpios. En esta oportunidad parece que fue un poco más complicado, era alguien que seguramente muy pocas veces o nunca había vaciado sus bolsillos, puso a prueba cada una de sus capacidades y era alguien por demás especial, pero como era de esperarse se fue cuando se sintió más liviano. Ese alguien continuó con su camino y mi amiga se quedó ahí sentada, rompiendo récords. Ahora sí se desequilibro, lo bueno es que no le cabe más basura... pero no se puede sacar toda esa que se quedo a su alrededor, le gustaría que ese alguien se la lleve pero no va a suceder. 
Lo curioso de todo esto, es que ella va a estar lista para ponerse la careta dentro de poco, pero ahora la va a electrificar así nadie se le acerca y deja de sentirse cada tanto así. Espero que al menos después aprenda....
Esta noche voy a volver a verla mientras duerme, así le puedo decir despacito al oído; dejate ser



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué pensas?