domingo, 29 de abril de 2012

Podría

Podría salir corriendo hasta dejar de ver las hojas del otoño.
Podría desterrar al frío húmedo con el abrigo de una noche sin estrellas.
Podría intentar desvanecer los recuerdos inquietos de otra era, en manos de un viajero desesperado por conocer el valle de su cobardía. 
Podría encerrarme en una pequeña caja con algunos agujeros, viendo la luz a medias, para no ver que esta llegando.
Podría salir a emborracharme, levitando en burbujas de alcohol hasta que el sol me devuelva al piso junto con ellas. 
Podría escuchar esta canción cientos de veces, cantando lo que no tengo ganas de decir con mis propias palabras. 
Podría imaginar una mano en mi cintura, mientras se encuentra en otros bolsillos. 
Podría empezar a usar reloj y contar las horas que se acercan a fastidiarme. 
Podría bailar sobre sonrisas necias para ayudarlas a encontrar rápidamente su destino. 
Podría abrazar un pasado incierto, para manejar lo que antes no pude. 
Podría eliminar mis miedos, dejándolos morir con mis metas. 
Podría llorar a cada una de las piedras, negando que son parte del camino.
Podría amanecer entre las sábanas, cuando quiera amanecer entre los brazos. 
Podría respirar sus problemas y volver a convertirme en un pañuelo de papel. 
Podría esconderme en lo que quieren de mi, para que no me descubran.
Podría soñar con algo menos utópico, pero prefiero tener algo por qué luchar. 

domingo, 22 de abril de 2012

tuercas

   Cada tanto la vida te da alguna sacudida. No importa que tan grato sea el momento que estés pasando, que divertidos sean los días que te rodean o que tan agradable se te presente la realidad; en algún lugar de todo esta estructura, vas a encontrar una tuerca floja. Quizás en un lugar insignificante, que no te llegue a derrumbar, como también puede estar al pie de la estructura, como para que un simple movimiento te haga temblar. 
   El temblor te manifiesta tus puntos inseguros, de forma que los vas a poder ver con claridad, podes ignorarlos, pero si se sigue sacudiendo, en un buen momento la estructura definitivamente se va a quebrar. Lo sabes, muchas veces se derrumbó lo que parecía firme, y te viste en la tediosa tarea de reconstruir con las piezas ya gastadas, y con otras que encontraste en el camino, un trabajo duro y sabemos que no querés volver a perder tiempo que podrías disfrutar. 
   Te aconsejaría que, ahora que reconoces la falla, la trates de reparar. Ajustar lo que sea necesario para resistir cualquier otro golpe suena más atractivo que dar curso a una estocada que derribe lo mucho o poco que hoy esta en pie. Siempre van a existir inseguridades, pero en tus manos están las herramientas para que ellas no ocasionen más problemas. Y si se desmorona aunque sea un pequeño pedazo, que sea solo porque vos lo quisiste remodelar. 






sábado, 7 de abril de 2012

mutando el cielo

   Parecía detenido el tiempo aquella tarde, a lo lejos el horizonte extinguiendo el sol, lo invitaba a acercarse para satisfacer su curiosidad ante tal majestuosa belleza. Quería echarse a correr entre las flores, sentir la brisa chocándole la piel con su frescura, pisar descalzo la tierra fértil que le preparaba el camino hacia ese ocaso que se dibujaba ante sus ojos. Se sentó en la hierba, simplemente a contemplar, sus manos como raíces se enterraron en el suelo y le contó historias al viento. Allí en la solitaria tranquilidad anheló que sus palabras atravezaran las fronteras, pero cuanto más grande el deseo, más profundo sus manos se hundían en la tierra, sujetando las firmes raíces de los árboles que crecían cerca. 
   Impetuosa la belleza que imperturbable sonreía más adelante, ese sol radiante que ya no le quemaba los ojos, se dejaba observar con una luz tenue pero intensa, se alejaba dejándole el mejor de los recuerdos y una mueca de satisfacción en los labios que sólo abrió cuando su respiración temblorosa, ya no pudo alterar el paisaje. Pronto, llegaría la noche. 





viernes, 6 de abril de 2012



Sinceramente, no tengo palabras justas para describirlo.
He pasado por los días más felices, musicalmente hablando, de mi vida. 
La banda que siempre escuche, que sentí, la banda con la que compartí las peores y las mejores noches, y a la que tanto amo, vino a mi país y la rompió. 
Aún así, todavía no pude descubrir que tiene la voz de Dave para hacerme sentir tan bien, pero pude vibrar con cada canción, con cada guitarra. Escucharlos en vivo para una persona como yo, claramente no tiene precio... ver a Pat Smear romper una guitarra en vivo, ver a Taylor cantar una de mis canciones preferidas al frente del escenario cediéndole la batería a Dave para que se te caigan lágrimas de felicidad, vale el cansancio, el calor, el frío, la lluvia interminable en el medio del campo, los golpes, la ropa arruinada e incluso lo enferma que estoy después de haber pasado por todo eso. 
Siento mucha felicidad, creo que se entendió, y como una enamorada de la música y puntualmente de estos muchachos, ahora voy a sentir la nostalgia propia de haberlos tenido tan cerca y saber que se fueron, pero con la mejor sonrisa, que no me la saca nadie. 




lunes, 2 de abril de 2012

destiempo

   Hace muchos días vengo con la idea de escribir, con ideas concretas pero sin la habilidad de poder expresarlas, determinados factores me impidieron plasmar algunas palabras por acá pero sin embargo tuvieron su  curso a través de otros medios. Esta noche, después de mirar una de esas típicas películas que no puedo dejar de mirar, hallé la ocasión para volver a este blog. 
  Resulta que la película trataba del destiempo, de como se puede ir postergando por distintos motivos una decisión o un deseo, una verdad que sólo necesita palabras concretas para terminar de ser una realidad y de la espera y el desencuentro tomando su lugar a cambio de una ficticia tranquilidad que se manifiesta como producto de no correr un riesgo. Con la palabra destiempo se me vienen a la cabeza muchísimas cosas... desde todos los recitales que me perdí porque se dieron en momentos inoportunos, las materias perdidas de la facultad, el que ya no está más porque llegué tarde para las mentiras, el que ya no está más porque supuso que la noche era eterna, los pasos que nunca dí, la adrenalina que siento con cada corrida, hasta inclusive cosas más drásticas como una muerte cercana. Hace unos días lamentablemente falleció el padre de un amigo muy querido, después de varias conversaciones al respecto en los meses previos, aquella noche nos encontró tomados de la mano hablando una vez más, tomando los buenos recuerdos para nuevamente concluir en que debemos plagarnos de buenas sensaciones, buscarlas y vivirlas, y expresando lo que nos pasa. 
   Es lógico que un hecho de esta especie, nos lleve a la reflexión, a repreguntar si realmente estamos haciendo algo con nuestro tiempo o solo lo estamos dejando pasar. Supongo que no deberíamos esperar a que una circunstancia poco feliz nos haga cuestionarnos, sino que sería más productivo repensarlo cada tanto como para no perdernos en el camino, pero cada uno con su vida, y así seguramente nos desencontremos más, pero cada uno con su vida. Por mi parte, mirando para atrás creo que estoy mejor que antes, aquel que se da una vuelta por acá seguido, sabe como pienso y que intento explotar mis días mientras pueda... es así que pude afrontar algunos problemas con bastante grandeza, reencontrarme con aspectos personales que tenía relegados, y sonreír más que nunca. Hoy me encuentro en una etapa de cambios, y aún asumiendo las palabras que hablamos con mi amigo, sigo buscando encontrarme con lo que me hace bien y sigo limitándome en algunas cuestiones. 
   Siempre renegué contra la gente que se limita para hacer lo que quiere, más puntualmente para ser feliz. Detesto a la gente amiga de la autocompasión, a las personas que siempre intentan sentirse mal, van tras pretextos para sentirse menospreciados, o destacan sus defectos para llegar a través de la pena. Señores, todos somos capaces de experimentar algo hermoso, y no por miedo a lo que pueda venir nos vamos a aferrar algo pasado o presente que nos atormenta o nos trae desdicha. Van un paso atrás de la oportunidad que se acerca y hasta que se deciden a accionar, el destiempo ya está ocupando el lugar que los deja inmersos en otro fracaso. Los invito a dejarse llevar, a romper las barreras.
   Me invito a dejarme llevar, a romper las barreras. Y aunque no use reloj, y habiendo dejado la oscuridad de las noches frías atrás, que los momentos que determinen mi camino sigan siendo parte de un nuevo día, que las palabras que duermen inquietas en la garganta salgan a la luz. Que nunca más sea demasiado tarde.