jueves, 22 de septiembre de 2011

algo en que creer

  Estas palabras surgen de una experiencia religiosa, quédese tranquilo el que se animó a leer, que no voy a hablar de Enrique Iglesias. Me vi en un recinto que hacia mucho tiempo no cruzaba, por cuestiones que escapan a la idea y casi a mi voluntad, pero finalmente volví para cumplir con una tarea. Varias personas sentadas a lo largo del lugar, un muchacho con un micrófono adelante y yo, sentada en el último banco, no por vergüenza, sino porque elegí no mezclarme entre la gente. 
   El del micrófono, propone un tema de conversación, con el propósito de que sociabilizáramos con quién tuviéramos cerca. Casi sin dejarlo terminar de hablar, una mujer que se había sentado al lado me pregunta porqué estaba ahí. Pregunta básica, respuesta fácil y sin vueltas. Cuándo llegó su turno de hablar, no pudo evitar empezar a llorar desconsoladamente, y como parece que tengo complejo de psicóloga, traté de investigar qué la estaba impulsando a llorar. 
   La señora, que duplicaba mi edad, comienza su relato informándome que era muy religiosa, que era una mujer sin hijos y tenía varios ahijados y sobrinos a los que había adoptado como tales, y se encontraba allí porque una de sus sobrinas la había elegido como madrina de confirmación. Lloraba decepcionada, porque no iba a poder lograr ser parte de la ceremonia formal que se realiza en estos casos, iba a fallar en lo que tenía que cumplir o le era solicitado. Para poder entenderla un poco, le pregunto porqué se le hacía imposible asistir, y me responde que tiene cáncer, que el día en cuestión se va a someter a una operación en la que va a perder varios órganos femeninos, pero que si Dios lo quizo así debe ser por algo. 
   El que me conoce sabe que en ese momento hice mucho esfuerzo para no dejarme poseer por el personaje de la Tana Ferro, y decirle de forma rudimentaria algunas verdades. Pero la aflicción de la señora, y sobre todo sus ojos derramando dolor, me hicieron recapacitar y ofrecerle un poco de contención. Entiendo que todos necesitamos algo en que creer, que en el momento en el que estamos desesperados sin encontrar explicación a algo lanzamos plegarias al cielo, a la tierra o a lo que se nos venga en mente, pero creo que el fanatismo hace tornar a esta situación bastante ilógica. 
   Supongo que si le damos el reino, el poder y la gloria a un ser sobrenatural, que jamás en tu vida viste, para justificar todos los actos que se sucedieron y que están por suceder, se nos está pasando un detalle... existimos, actuamos, pensamos, hablamos, y el hecho de que lo hagamos todos en el mismo lugar provoca hechos que a veces escapan a nuestra voluntad, pero tampoco es propia de un Dios. "Gracias a Dios llegó rápido el colectivo y no llegué tarde al trabajo", "si Dios quiere mañana me voy a comprar a los remedios", "Dios quiso que me pasara esto, que tenga cáncer... no voy a poder estar, pero si él lo quiso así debe ser parte del plan que tiene para mí". Te explico, el colectivo llegó a horario y vos llegaste causalmente justo para no esperarlo demasiado, vas a poder comprar los remedios si vos te levantas temprano y vos tenes algunos billetes para comprarlos; y señora... lamentablemente venimos en un envase que a veces falla, pero si usted ama su vida, está bien que luche por defenderla en lugar de asistir a un acto que formaliza una elección que ya está hecha, es más, está en todo su derecho de decir "qué puta suerte tengo" sin tener que pedirle perdón a nadie porque la suerte no se va a ofender si la insulta un poco. 
   Este es nuestro tiempo, nuestra vida, conformada por nuestras elecciones y nuestras experiencias, no hay libro que te enseñe a vivir. Reitero, se que necesitamos algo en que creer, pero podríamos creer en cosas posibles, o en la gente que te da un abrazo cuando lo necesitas sin tener que rogarle nada, personas falibles, a prueba y error cómo vos y yo, y no un superman que oficia de gobernante. Podría haber hecho un hermoso relato que deje el mismo mensaje pero gracias a las leyes existe la libertad de expresión. 












2 comentarios:

  1. Por supuesto que todos necesitamos algo en què creer. Justo la persona que ahora te escribe es la que se siente violada con cada tema de Carajo o D-Mente , porque sè de lo que hablan , porque lo vivo, porque hablan de quien amo. Por supuesto que no voy a intentar llenarte la cabeza para que creas obsesionadamente en Dios, cada uno elige què camino recorrer. La religion llega hasta un limite, que cuando lo sobrepasa se convierte en fanatismo, el cual es una cargada extrema. Pero hay personas que cuando pasan por una enfermedad en vez de tirarse deprimidas en la cama, prefieren salir, ser felices (o intentarlo)y disfrutar sus dias, y para ello se basan en Dios.
    Respeto absolutamente tu pensamiento, mientras seas feliz con tu creencia :)
    Que andes de maravillas !

    ResponderEliminar
  2. De eso se trata, de que en la vida cada uno tme sus elecciones, para bien o para mal, pero que no te saquen el derecho de elegir. El fanatismo hace mal, es lo que repudio, en cualquier aspecto. Gracias por respetar, y respeto también tus creencias.. puede ser un Dios, varios Dioses, energía, la tierra... y en definitiva, es esperanza.
    Cuidate!

    ResponderEliminar

Qué pensas?