miércoles, 13 de julio de 2011

gracias

   Nunca le habían regalado flores, tampoco un poema o una canción, nunca la habían tomado de la mano, o le regalaron bombones, y qué hace uno cuando las cosas no se proveen solas? Se las provee. Siendo así, montó un jardín lleno de flores de los colores que más le gustaban, escribió sus propios relatos y cantó sus canciones favoritas, abrazó a sus amigos y les extendió su mano cuando la necesitaron y degustó aquello que se le apeteciera en cada situación. 
   Por momentos con tranquilidad y muchas otras corriendo, se cruzó con varios seres sin tiempo a lo largo de su eternidad. De esos que no tienen horarios, ni límites, con los que su naturaleza se llevaba más que bien. A los ojos de muchos sin creer en nada, a los ojos de pocos creyendo mucho, dando todo excepto su intimidad y libertad que estaban basadas en auto proveerse lo que eligiera como propio. Sin cruzar esas fronteras, aquellos seres pasaron queriendo robar flores de su exótico jardín pero sin siquiera ayudar a regarlo. 
   Muchos pasaban a admirarlo y de tanto en tanto, ella les regalaba una flor. Hasta que un día, noto que nuevas especies habían crecido en el pasto verde y fértil, y uno de los seres se adjudicó tal hecho, era un ilusionista. Sorprendida y maravillada, no escuchó las canciones que el ilusionista cantaba, y compartió con él su espacio, dejándolo entrar y obsequiándole la llave para ingresar a su lugar, pendiente y generosa para que siga a su lado. Ya no regaba sus flores, cocinaba lo que el otro necesitaba y cantaba para él. 
   Finalmente un día al buscarlo ya no estaba y consigo habían desaparecido todas las flores de jardín. Se dio cuenta que el no había generado nuevas especies de colores, sino que las mismas no fueron más que ilusiones que él había realizado, con el único fin de poder entrar a su lugar más preciado y extraer su belleza. Lamento la partida de aquel ladrón, pero al quedarse sola frente a la tierra árida, no le quedo otra opción más que hacerse cargo de que cegada por algo irreal, ella había descuidado su ahora inexistente jardín. 
   Pasó muchas tardes reflexionando sobre la situación, la debilidad la atrapaba y en silencio le pedía al viento que le devolviera a su ilusionista para que haga surgir de la nada algo imposible. Los seres sin tiempo pasaron en vagas ocasiones, quizás alguno intentó regalarle un pimpollo al que ella no le dio importancia añorando sus propios colores. Aturdida por sus errores, cayó al suelo y rompió en llanto, tantas fueron sus lágrimas que la tierra comenzó a mojarse y a prepararse para crear algo nuevo. 
   Unos meses después, sorprendentes brotes surgían a los cuales admiraba sobre todo porque eran suyos y reales. Le agradeció al viento entonces, por no haber devuelto a ese ilusionista que con su partida le enseño a no dejar de lado sus más preciados valores ni deseos aunque no se asemejen a los de quien tenga enfrente, y aunque algunos piensen que ha perdido la confianza y que difícilmente vuelva a entregar la llave, ella sabe que ahora va a esperar recibir aunque sea un pequeño jazmín pero no va aceptar ilusiones.








2 comentarios:

  1. ella sabe que ahora va a esperar recibir aunque sea un pequeño jazmín pero no va aceptar ilusiones.

    Explicame en forma directa lo que significa esa frase. Con las más sinceras palabras, decime que significa eso.

    El resto no voy a decir nada... ya lo sabés todo... o casi todo.

    Un beso, cuidate

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  2. Si usted pide palabras directas, va a recibirlas.
    Gracias por leerme, abrazo!

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