Cada día es una batalla más, y hay que salir a pelearla. Aunque abras los ojos y no te veas como el mejor guerrero, sencillamente te preparás para luchar por terminar bien ese día. Mirándolo desde esta perspectiva, quizás hagamos algo distinto a dejar pasar los días, porque comprenderíamos que el resultado final del día o la batalla, depende únicamente de nosotros mismos. Sí, te van a venir a pegar, te van a querer tirar al piso, te van a intentar pegar a dónde más te duele (gracias)... si querés, te vas a caer a la lona.
Si querés, podés pelear por cosas más satisfactorias que los fracasos, recordar, vivir y sentir lo que te da fuerza y no lo que te derrota. Entonces que querés? Todos nos merecemos ser felices, y eso se construye todos los días.
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